La
arremetida de los saqueadores se siente sobre el pueblo colombiano, ya no
vienen con carabelas, ahora traen mega-oleoductos, la “prosperidad”, las
locomotoras y los batallones. Cambió la forma y el despojo es mayor; de
caballos y armaduras, a batallones, helicópteros y “cooperación internacional”,
de llevarse el oro y las esmeraldas, pasaron a desangrar la madre tierra
usurpando nuestra riqueza petrolífera.
El gobierno y Estado
colombiano, cumpliendo a cabalidad su papel de facilitador del despojo de
tierras, petróleo, carbón y agua, continua
entregando a la inversión extranjera territorios sin considerar la
situación de las comunidades; en el departamento de Arauca el más militarizado
del país, la producción de hidrocarburos lleva más de cuatro décadas, el mismo
tiempo en que las petroleras han destruido el complejo de humedales y esteros
de la laguna del Lipa, sitio sagrado de los pueblos Sikuani, Hitnü y Macaguane,
periodo en el que la transnacional Oxxy participo con las fuerzas armadas de Colombia
en el bombardeo al poblado de Santo Domingo donde murieron siete niños y diez
adultos e hirieron unas 27 personas.
La explotación minera,
petrolera y agroindustrial ha devastado la región, las regalías financiaron la
estrategia paramilitar que apoyaron políticos, multinacionales y militares en
el Centro Oriente Colombiano y que causo miles de muertes, desaparecidos y
desplazados; esta extensa región del país sigue con altos niveles de necesidades
básicas insatisfechas a pesar de décadas de bonanza petrolera. Por si fuera
poco, hoy se implementa la mega obra del desangrante oleoducto bicentenario,
que junto con el oleoducto Caño Limón- Coveñas, transportan la riqueza del
subsuelo a otras latitudes.
La “JORNADA DE MOVILIZACIÓN PACÍFICA DE EXIGENCIAS A LAS TRANSNACIONALES
PETROLERAS Y AL ESTADO COLOMBIANO” es la respuesta al saqueo de las
tierras, la pérdida de soberanía, la militarización, el encarecimiento del
costo de la vida y las difíciles condiciones sociales. Saqueo respaldado por el
Estado con consecuencias ambientales irreparables, afectaciones humanitarias y
sociales generadas por la implantación de estos proyectos de Extracción de los
recursos.
El Estado, las empresas y
las comunidades firmaron unos acuerdos el pasado 8 de mayo de 2012, acuerdos
que se han incumplido sistemáticamente, razón por la cual el pueblo se levanta de
nuevo para exigir una política popular de manejo de los recursos, la
instalación de las mesas de interlocución y el respeto a la libre asociación y
participación de los trabajadores en los sindicatos del sector.
Por esta razón, llamamos la
atención sobre los siguientes puntos que nos invitan a la reflexión y la acción:
1. Manifestamos nuestro respaldo y solidaridad a las comunidades de Arauca que han resistido
activamente a largos y constantes ciclos de represión y persecución por parte
del Estado Colombiano,
2. Rechazamos la campaña de desinformación y
criminalización por parte de la prensa nacional. Las noticias sobre Arauca que
trascienden a lo nacional buscan señalar y estigmatizar al movimiento y en nada
corresponden a la justa lucha que adelantan los araucanos.
3. Lejos de tratarse de un problema local, la lucha
que se da en Arauca por parte del Movimiento
del Centro Oriente de Colombia es una lucha nacional por la dignidad del
pueblo Colombiano. El saqueo y el despojo se imponen en todo el territorio
nacional con la ayuda del gobierno, en El Quimbo, Chingaza, la exploración petrolera
en la cuenca de la laguna de Tota, el proyecto sobre el Sumapaz, El Cocuy, La
Colosa, la explotación petrolera en el Meta, Putumayo, Caquetá, Casanare,
dragas en el río San Juan, de seguir
así, estos megaproyectos destruirán el territorio
Como expresión social de
Boyacá, Casanare y Bogotá extendemos nuestra entera solidaridad, y apoyo a las
comunidades, compartiendo el llamado que hacen nuestros compañeros por la
construcción de una política petrolera en beneficio de las comunidades y del
país, que privilegie la mano de obra local. Así como el desarrollo político, económico
y social y NO la acumulación de
riquezas por parte de compañías nacionales o extranjeras.
Exigimos el respeto a la vida,
a los derechos de organización, movilización y protesta ciudadana, reiteramos
nuestro compromiso como parte de las Organizaciones Sociales del Centro Oriente
de Colombia. Señalando que ante la condición de sometimiento y saqueo en que se
encuentra nuestro pueblo, es preciso
recordar:
1. Como organizaciones de Boyacá, Casanare y Bogotá,
estaremos atentos en el apoyo a esta expresión organizativa de lucha y dignidad
y también en ocupar las calles y bloquear los posos que actualmente saquean
nuestra región.
2. Responsabilizar al Estado Colombiano ante
cualquier atentado, amenaza o señalamiento en contra del Movimiento que
actualmente se manifiesta en Arauca.
3. La creación de un espacio de interlocución entre
las organizaciones sociales y quienes corresponda, tal como lo demandan los
lideres y las comunidades, para que se retomen los acuerdos entre el pueblo
araucano y las instituciones asociadas a la explotación petrolera, se abra la
posibilidad para replantear la locomotora de los últimos gobiernos que pone en
juego la vida y soberanía del pueblo colombiano ahora y de las futuras
generaciones.
Fraternalmente,
ASONALCA Boyacá y Casanare
COSPACC (Corporación
Social Para la asesoría y Capacitación Comunitaria)
ASOJA (Asociación de Jóvenes Aguazuleños)
Colectivos Praxis Insumisa
Movimiento Juvenil y
Popular QUINUA
¡Somos pueblo construyendo poder popular!
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